Una escuela afectiva
Crecer con amor
Crecer es mucho más que un proceso físico que se desarrolla de forma espontánea. Para crecer, para disfrutar, para aprender y para ser felices, es imprescindible que los más pequeños estén rodeados de afecto.
Sin afecto no se puede hacer un buen trabajo. Este es, sin duda, el valor más importante para nosotros. Crear un espacio seguro, divertido, estimulante, en el que hacerles felices. No hay aprendizaje sin emoción, y no hay crecimiento sin afecto.
Por eso establecer un vínculo afectivo seguro con cada uno de nuestros niños es nuestra prioridad, y es un compromiso que adquirimos con los niños y con sus familias desde el principio.
La escuela